lunes, 3 de agosto de 2009

Rex Heflin: después de 44 años sigue en pie el misterio de sus fotografías

Hoy, 3 de agosto del 2009, se cumple un aniversario más de aquel memorable día en el que el inspector de carreteras, Rex Heflin, pudiera captar a las 12:30 del mediodía con su Polaroid a un extraño objeto volador, y de esta manera, originar los documentos fotográficos más convincentes y espectaculares hasta ahora vistos por la humanidad en los que se detallan claramente, a un objeto de color plateado y de forma discoidal comúnmente llamado “platillo volador”. ¿Será esta la prueba definitiva de que estamos siendo visitados por entidades no humanas? (Más información sobre este tema, AQUÍ)

A pesar de las opiniones en contra de la veracidad de las fotografías que en su momento dijeron los del Comité Condon, la GSW (Ground Saucer Watch, entidad ufológica) con William Spaulding a la cabeza, y la tan admirada y querida USAF norteamericana (la que todo lo niega a pesar de lo evidente de algunos casos), hubieron personas que estuvieron a favor del suceso, tales como John R. Gray y el capitán Reichmuth (quién entrevistó a Heflin).

Pero todo este embrollo de dimes y diretes, de teorías y suposiciones, también se le añade la pérdida de las fotografías originales hechas con la Polaroid.
El muy ingenuo de Heflin tuvo la mala suerte (o buena suerte quizás como ya veremos más adelante) de permitir que se le hicieran copias a sus fotografías, y fue allí cuando los servicios secretos de EE.UU. se enteraron de que “algo” había sido plasmado en esas fotos. “Algo” de suma importancia que las personas no deberían de enterarse. Algunas de las copias llegaron a manos de los compañeros de trabajo de Heflin, otras, al periódico Santa Ana Register en donde publicaron las fotos el 20 de setiembre (a 6 semanas de ocurrido el suceso y sin permiso expreso de él), y fue esto la gota que colmó el vaso de agua para los militares norteamericanos.

El mismo día que salen publicadas esas fotos en el periódico, Heflin recibe la llamada de un “coronel del NORAD”. Quería entrevistarse con él y conversar acerca de las fotografías que él había hecho a ese OVNI, pero antes, le "recomendó" que "no siguiera hablando del asunto con nadie". El 22 de setiembre y en horas de la noche, dos hombres identificados con carnets algo extraños (y diciendo que eran del NORAD también), solicitaron a Heflin los originales “para un estudio más exhaustivo”. Heflin vio por última vez sus fotografías esa misma noche. Nunca más supo de sus documentos fotográficos. Se hicieron denodados esfuerzos para recuperarlos (en el que intervinieron el mismo Heflin, la NICAP y un congresista del condado) pero nunca más se supo acerca del verdadero paradero de las fotografías. Pero como dije, quizás haya sido una suerte el hecho de que Heflin permitiera que se le hagan copias a sus fotografías ya que sin éstas, no se podrían haber hecho los análisis que en su momento hicieron los del comité Condon y la GSW con su novedoso computador para análisis de fotos.

Pero el destino tenía guardado algo “interesante” para los que estaban a favor y en contra de éste suceso acaecido hace ya 44 años…

Aquel día de 1993
Sí. “Aquel día de 1993”. Y fue cuando Heflin (que sufría una enfermedad en esos momentos) recibe una llamada telefónica en la que una mujer le preguntaba si “había recibido correo alguno”. Un tanto extrañado, Heflin decide revisar su buzón de correo y no logra encontrar nada allí. Lo que si pareció algo sospechoso fue esa llamada y la intención que tenía para con el bueno de Heflin. Y más sospechoso aún es (diría más bien extraño), que media hora más tarde, la misma mujer llama por teléfono a Heflin y le vuelve a preguntar si “había recibido correo alguno”. Que raro. Fue entonces que Heflin revisa otra vez su buzón, ¿y adivinen qué? Había un sobre sin remitente, ni sellos ni nada que lo pudiera identificar, y en su interior, ¡LAS TRES FOTOGRAFÍAS QUE HEFLIN HABÍA PERDIDO 28 AÑOS ATRÁS!




Las fotografías recuperadas junto con la enigmática cuarta fotografía. Sabrá Dios por las manos de quién o quienes habrán pasado esos tres documentos de gran importancia para la humanidad, y que podrían ser una de las pruebas definitivas que demuestren las
visitas de seres no humanos a nuestro planeta


¿Casualidad? ¿”Cosas” del destino? ¿Quién era la mujer que estuvo al otro lado de la línea telefónica? ¿Por qué después de 28 años aparecieron esas fotografías?

Y así Uds. se podrían hacerse más preguntas, pero la persona que más se preguntó fue la ufóloga Ann Druffel, que enterada de éste hecho (junto con más integrantes de la comunidad ufológica de ese entonces), se puso en contacto con Heflin (ella ya había participado en investigaciones y análisis precedentes que le hicieron a las copias de las fotografías). Y aquí viene un hecho que le da un punto de quiebre al caso y en el que se apoyan los detractores a la hora de afirmar de que Heflin estaba buscando beneficiarse de con éste caso.

Sucede, como les había comentado ya, que en el 93 Heflin pasada por un delicado estado de salud. Se le había diagnosticado una acumulación de plomo en su médula ósea. Sus contratistas (para los que Heflin había trabajado 15 años) y la pésima situación del condado en el que vivía (lo que le imposibilitaba recibir su pensión mensual), no le permitieron aliviar su mal, y lo que es peor, no pudo establecer de que su enfermedad haya sido producida por el constante uso de autos y la permanencia prolongada en las carreteras y lograr tener asistencia médica gratuita. Es por ello, que Heflin hacía lo que podía con su enfermedad costeando sus medicamentos con su escaso dinero que tenía.

El día que Ann Druffel le visitó con motivo del hallazgo de las fotos en el buzón de correos, ella misma le ofreció 850 dólares por las fotos. Heflin aceptó. Necesitaba dinero, y quizás, lo hubiera gastado en medicinas y así aliviar su enfermedad. Y aquí está el detalle: por la extraña aparición de las fotos en aquel buzón (justo cuando Heflin estaba enfermo y necesitaba dinero) y el pago de 850 dólares, ¿se podría establecer de qué Heflin haya armado todo este rollo para así costearse sus medicamentos? ¿850 dólares –me pregunto- son suficientes para ello? Si Heflin, que pasaba por un cuadro de enfermedad, no tenía dinero y quizás buscaba el beneficio económico con la “aparición” de las fotografías perdidas, ¿por qué no pidió más dinero? ¿Alguien –en ese estado de salud- se podría quedar contento con sólo 850 dólares?

A mi parecer, Heflin nunca buscó el beneficio económico, y si aparecieron las fotografías en ese momento, ¿a qué “fuerza sobrenatural” se lo podríamos atribuir aquello? Ya saben por dónde van los tiros, ¿verdad? ¿Será que los servicios secretos de EE.UU. sabían del estado de salud por el que pasaba Heflin y decidieron “soltar” esas fotos sabiendo qué posiblemente “comercie” con ellas? ¿Hasta qué punto pudo llegar esa mafia para querer desacreditar a una persona y un fenómeno que a estas alturas falta poco para que sea comprobado “oficialmente”?

Nuevos análisis: las fotos son auténticas
En el año 2000 fue publicado en el Journal of Scientific Exploration, un artículo en el que se detallaba los análisis realizados por tres personas, entre ellas: Ann Druffel (conocida ufóloga estadounidense y la que adquirió las fotografías originales recuperadas por Heflin), Robert M. Wood (científico aeroespacial famoso en los ambientes ufológicos por sus análisis en defensa de los documentos "Majestic 12") y Eric Kelson (experto en tratamiento de imágenes por computador). Entre todos ellos (en base a modernos equipos de análisis de fotografías), se llegó a la conclusión de que los documentos fotográficos eran auténticos. No existía aquel “hilo” por el que colgaba la maqueta del OVNI (argumento de la GSW con Spaulding a la cabeza). Además, se pudo establecer y confirmar una vez más, de que las diferencias de nubosidad entre las tres primeras fotos y la cuarta (en la que sale el aro de humo) se debe al factor hardware de la cámara fotográfica. Era simple: las tres primeras fotos fueron hechas desde el interior del vehículo de Heflin, de esta manera, provocaba una sobreexposición de la toma, y por consiguiente, la poca visibilidad de nubes las cuales si salen en la cuarta fotografía (que fue hecha fuera del vehículo y en donde la cámara se “comportó” de manera normal). Por tanto, todas las fotos si fueron hechas sobre el mismo fondo nuboso de aquel día y hora específicamente.






Las tres primeras fotos analizadas bajo el método del
nonlinear scale-stretch enhancement

Un dato más de suma importancia: en la tercera fotografía, los tres estudiosos lograron identificar una estela nubosa emitida por el OVNI, con lo cual, se puede establecer el nexo entre ésta misma fotografía y la cuarta, en la que se aprecia aquel aro de humo que se ha hecho tan conocido hasta ahora y que lo relacionan (cada vez que ven uno en alguna parte del mundo) con el fenómeno OVNI.


En el año 2000, y mediante novedosas técnicas de análisis, los investigadores
pudieron detectar una estela nubosa dejada por el OVNI en
la tercera fotografía relaizada por Heflin


A estas alturas, ¿somos suertudos porque hayan aparecido las fotografías originales? ¿Por qué aparecieron cuándo Heflin pasaba por un cuadro delicado de salud y estaba necesitado de dinero? ¿Quienes eran esas dos personas que le pidieron las fotos a Heflin? ¿Qué hay de la mujer que se comunicó con él allá por el año 93?

Espero que algún día se sepa todo esto, y sino, pues, ya tenemos las fotografías originales. Es lo que importa. Los análisis fueron hechos con los más modernos equipos de inicios de la presente década y desde una visión seria, objetiva y científica. Y por si no lo saben (esto va para los detractores del fenómeno OVNI): se llegó a la conclusión de que no son fraudulentas. Óiganlo bien: NO SON FRAUDULENTAS.

¿Saldrán con lo mismo de siempre? ¿Es un globo aerostático? ¿Un globo sonda? ¿Un satélite artificial? ¿Un cometa? ¿Venus? ¿Júpiter? ¿Bolas de plasma? ¿Un ave que pasaba por allí? ¿Un insecto? ¿Una maqueta lanzada al aire? ¿Un modelo a escala que estaba colgado de un finísimo hilo? Por último, ¿fue una alucinación colectiva? (No se sabe de alguna cámara fotográfica que pueda “alucinar” e “imaginar” cosas por ahí. Y lo que es peor: confundirse).

El informe del año 2000 hecho por el trío Druffel-Wood-Kelson lo pueden encontrar en éste link: AQUÍ

1 comentario:

  1. Realmente sorprendente,bien calculada la info de la paçina

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